miércoles, 12 de diciembre de 2007

FIESTAS DE SAN JUAN


Alicante celebra la llegada del verano con las Hogueras de San Juan. Rodeados de música, color, pólvora y espectáculo, miles de personas salen a la calle para vivir esta fiesta que rinde culto al fuego.
Para festejar la entrada del estío, tradicionalmente los alicantinos acudían a cenar al campo el 23 de junio: comían productos típicos y cuando llegaba la medianoche encendían fogatas, bailaban a su alrededor, lanzaban cohetes y se bañaban en el mar. Esta costumbre se mantuvo con el tiempo y en 1928 se constituyó de manera formal como las fiestas de Hogueras de San Juan. Durante varios días, Alicante celebra este grandioso homenaje al fuego, hermano de las
Fallas valencianas, en el que los protagonistas principales son auténticas obras de arte efímero: las “hogueras”, las enormes figuras de cartón y madera que se queman en la noche de San Juan

LOS CARNAVALES DE TENERIFE



Fueron los conquistadores de las islas quienes, llegados a Tenerife a mediados del siglo XV trajeron tradiciones ligadas con las fiestas del Carnaval, que se celebraban también en todos los dominios de la Corona. Sin embargo, consta que las familias pudientes de la isla, según testimonio de escritores y viajeros de la época, acostumbraban en s. XVIII, a celebrar bailes y fiestas a los que invitaban a viajeros distinguidos.Los antecedentes de las máscaras del Carnaval eran las denominadas tapadas de Santa Cruz, quienes iban a la fiesta de la Calle del Pilar con sus rostros cubiertos. Tras la caída de la Segunda República y el comienzo de la Guerra Civil Española (1936-1939), se veta el carnaval hasta la década de los setenta.

FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS



Durante cientos de años, España estuvo dominada bajo el control de los musulmanes, quienes se batían afanadamente por la conquista de nuevos territorios. Las batallas entre ambos bandos religiosos fueron múltiples y se desarrollaban a lo largo de todo el territorio peninsular.
En el Levante español, las fiestas de moros y cristianos se distinguen de las demás por su espectacularidad. Las fiestas más antiguas de esta variante levantina se localizan en un área geográfica muy concreta, que puede ser considerada como su zona nuclear y que se sitúa en el norte de la provincia de Alicante, concretamente en las comarcas de l'Alcoià, el Comtat y el Alto Vinalopó, y en algunas poblaciones de las comarcas limítrofes como Xixona, Mutxamel, Callosa d'en Sarrià, La Vila Joiosa, Petrer y Monforte del Cid, en la provincia de Alicante; Bocairent, Ontinyent y la Font de la Figuera, en la de Valencia; Caudete en la de Albacete y Caravaca de la Cruz en la de Murcia.
Las fiestas entre moros y cristianos poseen un gran contenido cultural, ya que conmemoran un hecho histórico de gran importancia en nuestro país.

FIESTAS DE LA VIRGEN DE LA PALOMA


Agosto es sin duda el mes más festivo de Madrid. Y las 'Fiestas de la Paloma' las más famosas, además de en su barrio, en toda la ciudad. La Virgen de la Paloma es elegida por aclamación, por el pueblo madrileño, como su patrona, frente a la Virgen de la Almudena, que es oficialmente la Patrona de Madrid.
Entre las vírgenes vinculadas a Madrid, la Virgen de la Paloma es la de más moderna presencia, puesto que su historia se remonta tan sólo al siglo XVIII, cuando según la leyenda fue encontrado un lienzo representando a un mujer con ropas monjiles, con un rosario en las manos, entre un montón de leña ubicado en un corralón.

martes, 11 de diciembre de 2007

FIESTAS DE LA TOMATINA

Las raíces de su origen data de la Edad Media, cuando se hicieron enormemente populares en los siglos XVI y XVII en sus más diversas variantes comedias, autos sacramentales o espectáculos de moros y cristianos. Por otra parte, en el siglo XIX comienza a surgir y a desarrollarse la fiesta levantina, cuya característica esencial es la arcabucería, los desfiles y las entradas.
La arcabucería se refiere a la utilización de pólvora o fuegos artificiales con el único fin de amenizar el espectáculo con ruido. La pólvora se convierte así en todo un ritual que, en la comunidad valenciana representa un gran homenaje a amigos e invitados.

LAS FALLAS DE VALENCIA

Las fallas de Valencia se convierten en un espejo que deforma y caricaturiza nuestra propia existencia.Las fallas son auténticos monumentos formados por una o dos figuras gigantescas rodeadas por grupos de figuras más pequeñas, “ninots”. Las fallas principales llegan a alcanzar los veinte metros de altura, que se convierten en el eje central del monumento y representan el tema de la falla, el cual se explica en las escenas o grupos de "ninots" que las rodean.
Alrededor de 375 fallas grandes y otras tantas infantiles se alzan en la ciudad. Durante cuatro días y cuatro noches permanecen plantados en numerosas calles y plazas inmensos monumentos de cartón, burla plástica y escandalosa, proferida con tanto arte como desenfado.Esta es la manera de recibir el comienzo de la primavera, con explosión y fuego (que es lo que significa la palabra falla). El último día, el 19 de marzo, día de San José, los queman en impresionantes hogueras, reminiscencia de un rito ancestral; la ciudad arde por sus cuatro costados

LOS SAN FERMINES

Los "Sanfermines" son las fiestas que Pamplona celebra entre el 6 y 14 de julio en honor a San Fermín, copatrón de Navarra y patrón de la diócesis pamplonesa. Según la tradición, Fermín, hijo del senador Firmus que gobernó Pamplona en el siglo III, se convistió al cristianismo y fue bautizado por San Saturnino en el lugar que hoy se llama popularmente Pocico de San Cernin. Fermín fue ordenado sacerdote en Toulouse (Francia), regresó luego a Pamplona como obispo y murió decapitado en Amiens, adonde había ido a practicar el Evangelio, el 25 de septiembre del año 303. Patrono de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos, San Fermín da nombre y es la excusa para que durante 204 horas Pamplona se transforme en una permanente fiesta.